Esto es la última entrada de blog en nuestra serie del otoño/invierno, “Conoce al Mentor: Edición Hastings.” Casa semana, hemos presentado un mentor diferente de Hastings House, el albergue familiar más grande de EMPath y nuestro programa de mayor duración. Se puede conocer a los mentores de las semanas pasadas aquí (todos sólo en inglés).

This interview was conducted in Spanish. Click here for the English translation.
Esta entrevista fue realizada en español. Haz clic aquí para la traducción al inglés.

Gloria ha trabajado como Mentora de Vivienda (Housing Mentor) en Hastings House por 11 meses. Nos habla de este puesto y de cómo sus muchos años de experiencia trabajando en el campo de la educación en Guatemala le han servido en EMPath.

¿Qué hace Ud. como Mentora de Vivienda en Hastings?

Como Mentoras de Vivienda, ayudamos a mantener un ambiente agradable, donde todos somos responsables de un ambiente seguro y respetuoso en el que cada persona sigue las reglas del establecimiento. Como en todas las casas, hay reglas, y tenemos que cumplirlas. Cumplir las reglas es una manera de respetarnos mutuamente.

¿De dónde provienen las reglas?

Las reglas ya están estipuladas por el DHCD [el Departamento de Vivienda y Desarrollo Comunitario de Massachusetts]. Por ejemplo, después de las 8 de la noche es “quiet time” (tiempo de silencio o descanso) – las participantes no pueden estar en el pasillo haciendo mucho ruido, porque hay personas que trabajan y que van a la escuela. También revisamos quién de las participantes sale del establecimiento, a qué hora sale y a qué hora regresa. Lo hacemos porque en una emergencia, es difícil si no sabemos quién está adentro y quién no, ya que no sabemos si alguna persona corre peligro dentro del establecimiento.

También ayudamos a las participantes para que ellas vayan a sus citas o cualquier otra cosa que necesiten. Por ejemplo, si no hablan inglés les ayudamos a hacer una cita médica con su doctor, o les ayudamos si reciben una carta en inglés y no la pueden leer ellas mismas.

A veces también les damos consejos, aunque siempre se les dice que lo que les aconsejamos es lo que nosotras mismas haríamos, y que ellas tienen que tomar la decisión por sí mismas porque nosotros no tomamos decisiones por ellas. Sólo les aconsejamos. A veces sus trabajadoras sociales [mentores] están ocupadas con otra participante, y en esos casos una Mentora de Vivienda actúa como apoyo a la función de trabajadora social. Hacemos actividades con las participantes – talleres, capacitaciones, juegos de niños, y otras actividades culturales y de diversión dentro y fuera del edificio. Pero por ahora no se puede por causa de la pandemia.

Aquí somos una familia. Trabajamos con las familias sin importar raza, color, credo, origen nacionalidad, creencias políticas, la edad de la madre.

Me encanta esa metáfora de la familia.

Cuando mi hija me dice, “¿A dónde vas?” siempre le digo, “A mi segunda casa.” Porque Hastings es mi segunda casa. Lo tengo que ver de esa manera, porque quiero tener un ambiente amistoso, lleno de cariño y amor. Aquí tenemos participantes que han sufrido violencia, casos de diferente índole. Necesitan no sólo vernos a nosotros como alguien que vela para que ellas sigan las reglas del establecimiento, pero como alguien quien las puede apoyar en determinado momento que lo necesiten. Siente agradable porque uno inspira confianza a ellas.

¿Usted trabajó en una agencia similar antes de EMPath?

No. Cuando vine a este país, tuve que empezar de cero. Empecé a trabajar en un McDonalds, un Dunkin Donuts. Después me fui a trabajar en la cafetería de la high school de Newton North. Mi hija estudiaba ahí, y yo trabajaba en la cafetería como cajera. Después de Newton North, trabajé de cajera en un hospital, y también en un asilo de ancianos. Actualmente, trabajo también de cajera en Boston College. Conseguí este trabajo por medio de una compañera que trabajaba ahí. Por medio de ella fue que me enteré de EMPath.

Anteriormente, en mi país, Guatemala, trabajé durante 17 años como maestra preescolar. Trabajé también con el gobierno de mi país. Era Coordinadora de Educación Especial y Coordinadora de Educación Preprimaria. Todo eso me sirvió para obtener experiencia trabajando por muchos años con mamás, niños, jóvenes, señoritas, y adultos. En mi país estudié muchos años; en 2005 logré mi maestría en Licenciatura en Administración Educativa. Todo eso me ha servido para pueda complementarme trabajo que hacía allá y con el trabajo que hago aquí en EMPath.

Sí, usted ya sabe cómo trabajar con la gente.

Exacto. Gracias a Dios tengo toda esa experiencia. Aquí en los Estados Unidos no tuve la oportunidad de hacer mi certificación de estudios porque lamentablemente el inglés que estudié allá en mi país fue de lo más básico. Aquí tengo que poseer un inglés fluido y avanzado. Todo eso me ha afectado un poquito porque no tuve la oportunidad de ir a la universidad aquí.

Tuve que venir [a los Estados Unidos] a trabajar porque tenía una jovencita de 16 años a la que tenía que apoyar para que ella saliera adelante y consiguiera sus metas. Ese fue mi fin cuando me salió la oportunidad de venir a este país. No era por mí. Todo mundo en mi trabajo en mi país me decía, “¿Para qué te vas a ir? No vas a hacer lo que haces aquí.” Pero yo les decía, “Es una oportunidad más para mi hija, no para mí. Ella va creciendo.”

Ahora yo les digo que sí, que todo lo que hacía allá lo logré hacer también aquí. Es una hermosa experiencia trabajando para EMPath porque después de todo lo que pasé, trabajar aquí es como revivir de nuevo todo lo que hice allá. Y eso me emociona y me anima a seguir adelante y es lo que me motiva cuando veo a una participante que ha llegado [a Hastings] con problemas y situaciones parecidas. Eso me sirve para tratar de acercarme a ella. Claro, algunas dan accesibilidad que uno pueda compartir, otras no, pero con las que he tenido el gusto de ser su confidente o su hermana o su amiga, eso me ha servido mucho.

No quiero que las participantes me vean sólo como una persona que quiere que sigan las reglas. Trato de ganármelas de esa manera, con confianza, cariño, y respeto. Y el cariño no significa que las tengas que abrazar. Es la forma en que tú las tratas y les hablas.

Si usted fuera alcalde de Boston, gobernadora de Massachussets, una legisladora de Massachusetts o en otra posición de poder, ¿qué es una cosa que usted cambiaría para mejorar las vidas de las personas viviendo en la pobreza y por qué lo haría?

Creo que la educación es fundamental. Abriría escuelas públicas gratuitas, con horarios flexibles y de acuerdo a lo que una persona puede hacer o le guste. Un sistema abierto donde tengamos escuelas con horarios flexibles, talleres de formación y de vocación. Por ejemplo, si a mí me gusta la costura, habría un taller de costura con horario flexible, de acuerdo al horario de mi trabajo o el de mis hijos. Crearía talleres de escuelas públicas para carpintería, electricidad, plomería, pastelería, etcétera. Después [los estudiantes] pueden crear sus propias empresas. Para mí la educación es lo principal para que una persona pueda salir adelante y tengan estabilidad familiar y financiera. Para que todo el mundo pueda tener un trabajo digno. Porque hay muchos alumnos que no pueden entrar a la universidad. ¿Dónde están ellos? ¿Dónde se quedan? No hay recursos económicos en dónde están. Están trabajando en trabajos donde no se ve que tengan posibilidades de superación y se quedan en el mismo nivel. También crearía universidades públicas donde estudiantes podrían tener una superación, tanto personal como económica. Apoyaría a las organizaciones sin fines de lucro para que puedan apoyar a las comunidades vulnerables.

También crearía programas de viviendas accesibles para cada persona de acuerdo a su bolsillo. Crearía fondos para créditos para que las personas puedan abrir una empresa. Somos un país multilingüe y pluricultural. Tenemos muchas personas de diferentes países, idiomas, y culturas. Crearía becas estudiantiles para que todo mundo tenga accesibilidad a la educación y no solamente el que tiene buen punteo. Porque, por ejemplo, si hay jovencitos que no tienen casa ni dinero, ¿cómo van a ir a la universidad si no tienen acceso a becas?

Lo más importante, crearía una reforma migratoria que tanto la necesitamos en este país, para que los inmigrantes puedan tener un trabajo digno y que no vayan con miedo a sus trabajos. Para que puedan tener su licencia [de conducir] y más fondos económicos. Quiero que todos tengamos los mismos derechos y las mismas oportunidades. Porque la gente que no tiene documentos levanta también la economía de este país. Los inmigrantes pagan sus impuestos y merecen lo mismo que yo tengo [como ciudadana].

También, si yo fuese gobernadora, yo iría a visitar lugares como el nuestro [Hastings] y vería las necesidades de las personas que viven dentro de estos centros. Haría un plan de acción e involucraría tanto las organizaciones gubernamentales, privadas, y estatales, para que ellos enlazados pudiesen ayudar a nuestra gente y eliminar la pobreza.

¡Voy a votar por usted para gobernadora!

De hecho, hace unos días vi un anuncio para “cargos públicos.” Me paré y me dije, “Bueno, ¿cómo puedo optar a un cargo público aquí?” Me hizo pensar en esa idea. Tal vez en un futuro más adelante, quién sabe, yo me atreva a tener cargo público.

En efecto, fui a Guatemala hace tres años y había alguien que quería que yo me postulara para alcaldesa de mi municipio. Pero no lo hice porque yo todavía era residente de los Estados Unidos y no quise perder mi residencia. Ahora soy ciudadana americana; gracias a Dios lo logré el año pasado con mi hija. Pero todavía tengo la espinita de regresar y hacer algo por mi país, el lugar donde crecí. Vengo de una familia de clase media, donde mis padres tuvieron que trabajar mucho para darme educación y estabilidad familiar, para que yo pudiera salir adelante. Y yo no olvido de dónde vengo.

¿Qué le gusta hacer fuera del trabajo?

Me gusta cocinar, estar con mi hija, escuchar música y bailar. Sólo tengo a mi hija y a un perrito que es como el otro hijo que no tuve. Se llama Spike.

Me gusta leer, salir a pasear y hacer obras de beneficencia para mi país. Cuando vamos a Guatemala, mi hija y yo llevamos alimentos, ropa, y zapatos para las personas que los necesitan.

¿Hay algo más que quiera añadir?

Nuestros programas necesitan mayores recursos. Hay recursos, pero las participantes necesitan más. Si tuviésemos los recursos necesarios, podríamos ayudarles más a ellas en lo que necesitan. Claro, se les apoya, pero no en todo lo que ellas en realidad necesitan. Se necesitan más recursos para que estos programas puedan avanzar y crecer y para que las familias puedan tener más apoyo.